miércoles, 1 de enero de 2014

Mi madre y yo-Susana March












Siempre soy un poco niña
cuando voy a ver a mi madre.
Ella me riñe como si lo fuera,
me arregla la lazada del vestido,
critica la forma de pintarme los labios,
me esponja el cabello,
me repite por centésima vez
el modo de hacer una buena sopa de pescado.
Y yo asiento a todo, dichosa, tranquila,
enamorada de mi madre,
de sus cabellos grises,
de su cuerpo deformado por los años y la maternidad,
de sus manos marchitas y hacendosas,
de sus pies diminutos que todavía no han aprendido a estarse quietos.
Después me estrecho un instante
contra su seno y ella
me va borrando años, melancolías, ansias,
con la dulce caricia de su mano. Y yo pienso:
-"Algún día
dejaré de oír esta voz,
dejaré de sentir sobre la frente
el temblor de estos dedos..."
Y es como si el mundo
se quedara vacío de pronto.
¿Hay una orfandad más triste que la orfandad del adulto?
¡Huérfanos de cabeza gris!
Yo no sería nunca vieja si viviera siempre mi madre.
¡Lo sé!
Pero quedarme sola,
afrontar sin ella la muerte y la enfermedad,
tener un gran dolor y no contárselo...
¡Ah, todo es mentira junto a esto!
Mi madre a la espalda,
mi hijo delante de mí.
¡Lo demás no importa!


Poemas/Antología (1938-1959)
Publicaciones La Isla de los Ratones